Hace ya más de tres años que no escribo y éste es un buen momento para hacerlo.
He elegido esta foto del desierto por lo que representa; era una etapa larga de más de 80 kilómetros, se hacía de noche rápidamente y se acercaba lo peor: la noche. Luego de atravesar un lago de sal , llegué a estas montañas, después de llegar a la duna pequeña que se ve al fondo de la foto, subí la montaña en soledad, De lejos veía un par de tipos que me precedían.
Hubo un momento en el que me di cuenta de que me había perdido. No sé cuánto tiempo estuve sólo sin encontrar las marcas de balizaje.
Aprendí, entonces que cuando haces una travesía por el desierto, sea cuál sea ésta, debes permanecer en calma. Mientras me dominó el miedo no hice más que meter la pata y complicar las cosas, sólo cuando me di cuenta que por eso camino me encontrarían en Argelia, me paré, tomé aire y parece que las montañas y la soledad hablaron en mi interior. Desde la actitud más serena volví al camino balizado.
Nos encontramos fuera de marca, recorriendo caminos inexplorados, cada uno de nosotr@s ante la adversidad manteneos firmes, sacad lo mejor de vosotr@s y llegaremos al lugar donde tengamos que arribar.
Vamos juntos de la mano volviendo a casa...
En estos momentos hoy más que nunca...fuerza y valor.
¡Quien Resiste Vence!
Sed felices o, al menos intentadlo...